Nací en El Salvador,contador por profesión. Seguí la carrera de auditoria pública en ese país en la Universidad José Simeón Cañas (UCA). Mi experiencia en el campo profesional es de 26 años. Desde hace 6 años vivo en Hempstead, Long Island. Me desempeño como contador y consultor a tiempo parcial en mi propio negocio, "JG Consultant Advisor", a través del cual propicio y desarrollo proyectos enfocados en la cultura y las artes.
De forma paralela, he venido desarrollando mi carrera artística. Mi abuelo fue artista y yo heredé de él ese talento. En 1985, tuve la oportunidad de conocer al maestro Armando Solís, uno de los iconos de las artes plásticas del Salvador. Además de asistir a su academia de arte y dibujo durante dos años, donde aprendí de él la teoría del arte, color, luz, sombra y otros métodos, compartí con él su amistad. A la fecha, mi experiencia en este campo es de 11 años.
En un principio, dadas las limitantes posibilidades y obstáculos existentes para un incipiente artista en El Salvador, mi país natal, no visualicé el desarrollo del arte como una carrera, pues pintar era algo que quedaba relegado a un simple hobby que se compartía con familiares y amigos.
Una vez en los EE.UU., la historia se repitió. Debido a la falta de recursos económicos, mi desconocimiento de las normas del sistema norteamericano y comunitario y la necesidad de solventar mis necesidades básicas y gastos, quedé limitado a trabajar para sobrevivir y el desarrollo de mi carrera dentro de las artes ocupó un segundo plano.
No obstante lo cual, mis inquietudes me llevaron a intercambiar ideas con otros artistas, compartir sus anhelos y frustraciones por la falta de apoyo de la comunidad, instituciones y organizaciones; a conocer las condiciones, censuras y restricciones que suelen imponer organizaciones públicas o privadas que pueden ayudar a la difusión del arte, ya sea que se trate de un artista consagrado o incipiente; a conocer a uno de esos talentos escondidos, cuyos trabajos han permanecido en su sótano por veinte años por falta de oportunidad para realizarse como artista y la necesidad de sobrevivir.
Más aun, a evaluar el contexto socio económico y el entorno de la comunidad latina, pudiendo así visualizar uno de sus problemas: una juventud de quien depende nuestro futuro y que desgraciadamente está a merced de las gangas y la calle por el abandono de los estudios, la violencia doméstica o la desintegración familiar.
Como resultado, vi la necesidad de promover las raíces culturales de la comunidad con el fin de invitarle a retomar valores olvidados, tales como el de la familia, el núcleo de la sociedad; de engendrar lazos de amistad y unidad para alcanzar mayores logros en la sociedad norteamericana que nos alberga y nos brinda la oportunidad de crecer, oportunidad desperdiciada por nuestra incapacidad de trabajar unidos para un mismo fin; de buscar autorrealización profesional y artística.
JGuz, esa es la forma como firmo mis obras. Me defino como un artista autodidacta, manejo la técnica del óleo y mixta con Gesso acrílico, además de la tinta china, acuarela y arte digital , así como la escritura.
Mi fuente de inspiración es el contexto que me rodea, vivencias y familia, ideales y visión de plasmar un mensaje que invite a la reflexión. Mi reto, la búsqueda del yo artista, lo que me hace irreverente a los patrones comunes o tradicionales que suelen adoptar otros artistas, bocetos, una paleta definida de colores, reglas de fondo y forma, simetría o temática. No tengo una idea preconcebida para la realización de una obra, busco hacerla surgir sobre el proceso de la obra misma. Prefiero utilizar colores en su estado puro, no diluidos o previamente mezclados para que en el proceso de esfumación o uso de la espátula se entremezclen y surjan tonalidades caprichosas y texturas inimaginables.
El uso del Gesso acrílico está presente en el estilo abstracto para la construcción de símbolos o figuras que en combinación de colores vivos dan vida a la figura que emerge o se deja entrever.